Hace unos días el cuadro de “El grito” cosechó gran éxito en la subasta de Sotheby’s. Lo que no se sabe es quién lo compró. Había agentes que hablaban en inglés, en chino y en noruego.
Pero no se sabe el nombre que de verdad nos escandalizará a todos. ¿Quién puso los 91 millones de euros que harán que la versión de “El grito” cambie de manos?
Pero no se sabe el nombre que de verdad nos escandalizará a todos. ¿Quién puso los 91 millones de euros que harán que la versión de “El grito” cambie de manos?
El grito es el título de varios cuadros del noruego Edvard Munch. Existen 4 versiones de esta pintura, más famosa se encuentra en la Galería Nacional de Noruega y fue completada en 1893. Otras dos versiones del cuadro se encuentran en el Museo Munch de Oslo, mientras que una cuarta versión pertenece a una colección particular. También existe una litografía con el mismo título que permitió imprimir el cuadro en revistas y periódicos.
Las diferencias entre estos cuadros son muy pequeñas por lo que lo que explicaremos a continuación es válido para todas ellas.
Independientemente de esto en AudioViator se ha creado una audioguía que explica las claves de este famoso cuadro y el por qué de su importancia.
El grito está considerado como una de las más importantes obras del artista y del movimiento expresionista y se ha convertido en una imagen de icono cultural, semejante al de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci.
La popularidad de la obra se incrementó al ser objeto de varios robos de gran repercusión. En el cuadro vemos una figura andrógina en primer plano, es decir, un hombre con aspecto de femenino, de potente mirada. Es símbolo del hombre moderno en un momento de profunda angustia y desesperación existencial. Se lleva las manos a la cabe
za, abre la boca y los ojos presa del pánico. Su rostro es pálido y su cuerpo parece contorsionarse. Los trazos de los elementos del cuadro parece que vibran a partir de este grito, se estremecen a partir de esta figura.
El aspecto final de esta figura, según detalla un especialista de la obra del pintor, fue una momia peruana que Munch vio en la Exposición Universal de París de 1889.
La fuente de inspiración para este grito se haya según los expertos en la atormentada vida del artista. El autor fue educado por un padre muy severo y siendo niño tuvo que vivir la muerte de su madre y de una hermana de tuberculosis. En la década de 1890 a su hermana Laura, su favorita, le diagnosticaron un trastorno bipolar y fue internada en un psiquiátrico.
La tercera versión es la única de las cuatro que tiene escrito un poema en el que describe las circunstancias que le llevaron a pintarlo:
Estaba yo caminando por la carretera con dos amigos
a la puesta del sol.
El cielo se tornó rojo sangre
Y sentí un aroma de melancolía.
Me quedé parado
muerto de cansancio
por encima del negro-azulado
de las leguas de sangre y fuego del Fiordo y la Ciudad.
Me quedé atrás
temblando de Ansiedad
y sentí el gran grito de la Naturaleza.
El cuadro fue expuesto por primera vez en 1893, formando parte de un conjunto llamado Amor que constaba de seis obras titulado Amor. La idea del autor era la de representar las distintas fases de un idilio, desde el enamoramiento inicial a una ruptura dramática. El grito representaba la última etapa, envuelta en angustia.
La obra no fue muy bien acogida por la crítica y, el conjunto Amor fue clasificado como arte demente. Los nazis llegaron a calificar a Munch como un artista degenerado y se retiraron todos los cuadros que había en una exposición en Alemania.
La obra no fue muy bien acogida por la crítica y, el conjunto Amor fue clasificado como arte demente. Los nazis llegaron a calificar a Munch como un artista degenerado y se retiraron todos los cuadros que había en una exposición en Alemania.
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