Brujas es una de las ciudades más adorables de Europa. Es la capital de la región de Flandes y un lugar cargado de historia y arte. Su nombre en español puede ser inquietante, pero tenemos que decir que deriva del vocablo noruego bryggia, que significa puente. Su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.
La verdad es que son muchos los puentes que posee, concretamente 43, casi tantos como bombonerías. La pasión de sus habitantes por el chocolate se remonta a la época en que estas tierras formaban parte de la Corona Española allá por el siglo XVI. Entonces los españoles trajeron el cacao de América que mezclaron con el azúcar con el que tiempo atrás venían comerciando.
Pero no sólo de chocolate viven aquí, su otra pasión es la cerveza que se sirve en sus más de 150 bares. Cuando entremos a uno el problema será el elegir un tipo ya que existen más de 400 diferentes. Te recomendamos una: la brugs tarwe, que traducido es, la blanca de trigo.
Veremos que los habitantes de Brujas disfrutan de una ciudad tranquila, sin aglomeraciones, en la que se pueden desplazar cómodamente en bicicleta. Sin duda es una ciudad de la que se sienten orgullosos y no sólo por su pasado si no también por su limpieza y belleza. Es recomendable darse una vuelta en calesa o surcar los canales en barco con sus cisnes y su cuidada vegetación.
Con esta audioguía recorreremos el centro histórico de la ciudad, desde el apacible Beaterio hasta la iglesia de Nuestra Señora. En total 32 puntos con los principales monumentos y sus historias. Nos podremos hacer una idea de cómo era en su época dorada plagadas de nobles, mercaderes, artistas y beatas.
La verdad es que son muchos los puentes que posee, concretamente 43, casi tantos como bombonerías. La pasión de sus habitantes por el chocolate se remonta a la época en que estas tierras formaban parte de la Corona Española allá por el siglo XVI. Entonces los españoles trajeron el cacao de América que mezclaron con el azúcar con el que tiempo atrás venían comerciando.
Pero no sólo de chocolate viven aquí, su otra pasión es la cerveza que se sirve en sus más de 150 bares. Cuando entremos a uno el problema será el elegir un tipo ya que existen más de 400 diferentes. Te recomendamos una: la brugs tarwe, que traducido es, la blanca de trigo.
Veremos que los habitantes de Brujas disfrutan de una ciudad tranquila, sin aglomeraciones, en la que se pueden desplazar cómodamente en bicicleta. Sin duda es una ciudad de la que se sienten orgullosos y no sólo por su pasado si no también por su limpieza y belleza. Es recomendable darse una vuelta en calesa o surcar los canales en barco con sus cisnes y su cuidada vegetación.
Con esta audioguía recorreremos el centro histórico de la ciudad, desde el apacible Beaterio hasta la iglesia de Nuestra Señora. En total 32 puntos con los principales monumentos y sus historias. Nos podremos hacer una idea de cómo era en su época dorada plagadas de nobles, mercaderes, artistas y beatas.
Plaza Markt y Plaza Burg
Uno de los lugares por lo que pasaremos son estas dos céntricas plazas.
En la plaza Markt lo primero que llama la atención es el conjunto formado por fachadas escalonadas de sus edificios tan tradicionales en la arquitectura flamenca.
En el centro están las estatuas de los dos cabecillas de las revueltas del siglo XIV contra los franceses. Encabezaron un grupo de soldados flamencos que asaltaron a los invasores franceses liberando la ciudad y empezando así movimientos de independencia en todos los Países Bajos.
En el lado oeste, a la altura de los números 12 y 13, hay un edificio rojo donde estuvo preso el mismísimo Emperador Maximiliano de Austria. Este es un pasaje de la Historia que demuestra el carácter levantisco de la ciudad a lo largo de los siglos.
Cuentan que cuando llegó a Brujas la ciudad organizó un gran cortejo digno de todo un Emperador pero algo extravagante. Cuando, un poco más tarde las autoridades le presentaron una petición para financiar un nuevo manicomio, su respuesta fue corta y contundente: en esta ciudad sólo me he encontrado a locos, Brujas es un gran manicomio, sólo tienen que cerrar las puertas.
La plaza Burg es el centro neurálgico de la ciudad. A esta irregular plaza asoman importantes edificios como la Basílica de la Santa Sangre, el ayuntamiento o el palacio del Preboste.
En este lugar se encuentran los restos más antiguos de Brujas. Lo que el viajero no puede imaginar es que la Plaza Burg está en el lugar de una antigua fortaleza del siglo X. Como tal estuvo amurallada y tuvo una superficie de hasta 1 hectárea con varias puertas de entrada. Tanto las iglesias dedicada a Nuestra Señora, como a San Donaciano, así como el capítulo de canónigos estaban integrados en la fortaleza.
Catedral de San Salvador
La Catedral de San Salvador es la sede del obispo católico de Brujas y la iglesia más importante de la ciudad. Se construyó en el siglo IX como una pequeña capilla de estilo románico. En este tiempo el edificio religioso más importante de la ciudad era la desaparecida Catedral de San Donaciano, situada frente al Ayuntamiento. Este edificio quedó destruido durante la ocupación francesa de finales del siglo XVIII, expulsándose a su obispo. Muchas iglesias fueron expropiadas y vendidas ya que se quería reducir el patrimonio en manos de la Iglesia. En 1834, después de la Independencia de Bélgica se decidió convertir en catedral a la pequeña Iglesia de San Salvador. Recordemos que una catedral es una iglesia donde se encuentra la silla del obispo, la cátedra, de ahí proviene su nombre.
El edificio tiene una mezcla de estilos como el románico, el gótico-florido y el estilo neogótico. Además en el siglo XIX se construyó la torre en estilo neorrománico y se le dio el aspecto que vemos ahora tras un incendio que acabó con todas las cubiertas. Este fue uno de los 4 incendios que sufrió el edificio que tras cada una de las reformas condujo a que fuera ampliada más y más.
Desde AudioViator.com esperamos que disfrutéis de la ciudad y que os empapéis con un poco de Historia.
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