Creemos que sigue siéndolo pero hay determinadas personas de la profesión que piensan lo contrario, algo respetable pero no por ello equivocado.
El principal problema que dicen que plantean las audioguías es que "si existen las audioguías la gente no contrata a los guías".
Craso error, el público que solicita un servicio y otro es distinto, normalmente los guías son contratados por grupos organizados y las audioguías se prestan más a aquellos que quieren ver el museo o la ciudad por libre.
A la hora de preferir un servicio u otro está claro que es mejor tener una persona física, "un cicerone", que te enseñe los lugares, entre otras cosas porque puedes interactuar con el guía, hacerle preguntas, etc. Pero no por ello se tiene que negar o cerrar el paso a que las nuevas tecnologías entren en el sector (de hecho ya están bastante presentes). Sería como negar el uso del ordenador por parte de los fabricantes de las máquinas de escribir. En el mercado se impondrá lo que la gente quiera y lo bueno es poder elegir.
Las audioguías son, incluso, hasta una ayuda para los propios guías turísticos, un material del que pueden sacar buena información e incluso en determinados momentos pueden ser escuchados por sus clientes mientras él descansa.
AudioViator.com quiere ser un aliado de estos profesionales del turismo porque lo importante y no nos cansaremos de repetirlo: es que el viajero vuelva a casa habiendo aprendido algo.
